# Yosoy132 Faro de Oriente

#Yo soy 132 en Oriente, busca hacer visible las problemáticas del Oriente de la ciudad. Por ello proponemos los siguientes acuerdos que se manifestaron el día 06 de junio en nuestra primera asamblea de alumnos del FARO de Oriente, con el objetivo de ampliar y poner en discusión estas propuestas:

• Respaldamos y exigimos el aumento de la matricula universitaria, para que se cubra al cien por ciento la demanda estudiantil. Exigimos también que se anule el examen de admisión, ya que creemos que esto es únicamente un mecanismo de exclusión, la educación es un derecho de todos. No queremos más centros de capacitación técnica, queremos educación de calidad, no queremos ser mano de obra barata.
• Exigimos la creación de más centros culturales, deportivos y de esparcimiento de calidad en el Oriente de la ciudad.
• Exigimos el reconocimiento, la autonomía y mayor presupuesto de espacios alternativos de educación y cultura ya existentes, como lo es el FARO de Oriente.
• Respaldamos y exigimos el regreso a los cuarteles del ejército, no a la militarización del país y del Oriente. Creemos que la solución al problema de la delincuencia es a través de la cultura y la educación, no con las armas. Más cultura, no más cárceles.
• Rechazamos la creación de una policía militarizada, en su lugar proponemos la creación de una policía comunitaria, donde seamos los vecinos quienes resguardemos la seguridad de nuestras calles.
• Exigimos castigo a los feminicidios y un alto a la violencia de género.
• Exigimos agua de calidad, las 24 horas para el Oriente de la ciudad. AL igual que una solución inmediata y definitiva a los problemas de inundaciones en el Oriente.
• Exigimos servicios públicos de calidad para el Oriente. Tarifas justas en el transporte colectivo del Estado de México. Recuperación de espacios públicos y creación de áreas verdes, huertos urbanos.La creación de tianguis de trueque, para el autoconsumo.
• Exigimos la creación de ciclo vías, como una alternativa al transporte convencional, pues en el Oriente de la Ciudad la bicicleta no sólo es un medio de transporte sino de trabajo.
  
  
  
  

  
  
  

  

  
  
  
  
  El FARO de Oriente llegó al zócalo capitalino, ganándose el reconocimiento de su identidad particular y yendo más allá del “10 de Junio no se olvida, es de lucha combativa” La principal protesta del FARO y el Oriente fue contra su oneroso letargo.

  
  

  

  
  

  
  

  
  

  TIRSO

  
  

  

  
  

  
  El Oriente tiene una historia contra miles de historias que son la misma, jamás contada o jamás escuchada, no lo sé.

  ¡Fue emocionante poder gritar!

  No estoy tan seguro de que tan pendejo es Peña. Esta a dos semanas de convertirse en el hombre más poderoso de país. No sé que tan peligroso es López Obrador o que tan conservadora sea Josefina. Sólo quería salir y decir: “Estoy jodido, no hay oportunidades” Lo sé porque las he buscado.

  Al final no sé si México cambió con la marcha. Estoy casi seguro que no pero sé que yo sí porque nunca había ido a una marcha, nunca había sentido esa necesidad. Eso ya es algo digno de decirse.

  
  

  KATIA

  
  

  

  
  

  
  
  El domingo 10 de junio se unió por primera vez el contingente del FARO al “Frente Oriente” Este contingente del FARO de Oriente fue integrado aproximadamente por 40 alumnos. Sus consignas referían a la situación del Oriente, ansiaban alzar la voz y exponer sus necesidades.

  Fuera del metro Normal se concentraban los marchistas, La primera frase retumba en los oídos: “Aquí, presentes artistas disidentes” encabezada por los payasos y secundándolos el contingente. Con entusiasmo y alegría fue recibido el FARO, no se hizo esperar el apoyo de las instituciones presentes.

  Al aglutinarse el FARO con el “Frente Oriente” (conformado por instituciones como la FES Aragón, FES Zaragoza, CCH Oriente, UACM entre otros) se sintió en el ambiente la identificación de la mayoría de los estudiantes con las demandas de la ciudadanía. Con protestas como: “No soy delincuente, soy FARO de Oriente” o “A chuchita la bolsearon y no fue en el Oriente” manifestaban desacuerdo de opinión sobre los prejuicios de esta zona. Por ello sentenciaban: “El barrio también es cultura”

  Recorriendo las principales calles llegaron al Casco de Santo Tomás. Es ahí donde los talleres de arte callejero, arte bufo, periodismo comunitario y malabares cautivan la mirada de la ciudadanía fuera de la marcha. Aplausos y signos de apoyo aparecen sobre las ceras. “Ese apoyo si se ve” es la respuesta.

  
  

  
  

  En San Cosme no únicamente hay apoyo, sino integración de la ciudadanía al contingente. Hay unidad del grupo entorno a las mismas ideas. “Cambio o colapso en el país”, menciona Ilse García, integrante e impulsora del movimiento. “Tiene un sentido hacia el futuro” son palabras de Noé, otro impulsor del movimiento. Pepe, otro impulsor, recuerda las crisis económicas que sufrió cuando era pequeño, es lo que lo impulsa a levantarse y gritar.

  
  

  “Para muchos es la primera vez que participamos” exclama emocionada Nallely, estudiante de Chicoloapan. La marcha concluyó en el Ángel de la Independencia donde Janette, estudiante de periodismo, declaró que era su primera marcha sin importarle el cansancio y el sol que quemó su rostro.

  
  

  Por fin la juventud del Oriente se levanta y grita: “¡No somos acarreados, tenemos necesidades como tú!”

  
  

  
  

  
  

  NOÉ

  
  
  

  

  
  

  
  

  
  

  
  

  Los alumnos del FARO de Oriente se unieron al “Frente Oriente” en la marcha de conmemoración del 10 de Junio. El domingo los alumnos del FARO llegaron con entusiasmo al Palacio de Bellas Artes. Allí se concentraron alumnos de la UAM-Iztapalapa, IPN, FES Zaragoza, FES Aragón, CCH Oriente y Vallejo, entre otros y ciudadanos de todas las edades que se adherían antes y durante la marcha. Del Palacio de Bellas Artes se trasladaron en metro hacia el Casco de Santo Tomás. La manifestación de los alumnos del FARO de Oriente fue singular y atípica. Con imaginación, júbilo, sátira, parte en broma, arte y cultura plasmaron exigencias y reivindicaciones propias.

  
  

  Entre las consignas de “Esos son, esos son los que chingan la nación” cuando el contingente pasaba frente algún personaje del PRI, el FARO expresaba “No soy delincuente, soy FARO de Oriente” aquello por el estigma de ser una zona exclusiva de violencia. Al compás de los pasos la demanda era “No quiero migrar, quiero estudiar”. Entre carteles de colores pastel y una manta con muñecos de niños y niñas destazados colgando, se exigía justicia y un alto a los 922 feminicidios del Estado de México. En la retaguardia del grupo había un carnaval de música, baile y actividades artísticas de los Artistas disidentes. Llenaron de color, algazara, buena vibra y descanso a la marcha. Una consigna que llamó la atención, provocó sorpresas y risas, fue: “A chuchita la bolsearon y no fue en el Oriente” parodiando la imagen colectiva acerca del Oriente como lugar de delincuencia y no de cultura. En el transcurso de la marcha los “zombis” tenían hambre, hambre de cultura.

  
  

  El FARO de Oriente llegó al zócalo capitalino, ganándose el reconocimiento de su identidad particular y yendo más allá del “10 de Junio no se olvida, es de lucha combativa” La principal protesta del FARO y el Oriente fue contra su oneroso letargo.

  
  

  Crónicas de una marcha anunciada 
  

  
  

  Arctik

  
  

  

  
  

  
  
  Domingo 10 de junio, desde muy temprano reunidos en Bellas Artes jóvenes y no tan jóvenes, bajo la luz del imponente sol, preparaban carteles, se organizaban, convivían y eufóricamente entonaban consignas.

  
  

  Domingo 11 am. En conmemoración de llamado Halconazo, UAM Iztapalapa, CCH Oriente, algunos CONALEP y el FARO de Oriente (Frente Oriente) con la bandera de #Yo soy 132, se concentraron frente a este recinto.

  
  

  Tere, residente de Nezahualcóyotl, dice sentirse identificada con este movimiento, momentos antes de aventurarse a su primera marcha.

  
  

  De forma organizada, el Frente ingresó al metro con rumbo a la estación Normal. Katia simpatizante de la marcha declaró estar más que entusiasmada con las consignas presentadas por el Frente.

  
  

  Gente con cámaras profesionales, celulares o grabando desde el disco duro de su mente, observaba a los participantes de dicha marcha, invadiendo con cultura, arte y algunas rutinas los vagones del metro. Uno de estos espectadores, Ángel, se llena de alegría al notar la unión de las instituciones que para él sólo puede significar “un beneficio para todos”.

  
  

  El Casco de Santo Tomás, lugar donde inicia esta marcha que tuvo una extensión de más de cinco horas, partiendo hacia las instalaciones de Canal Once; una marcha formada por instituciones y centros culturales, que desencadenó en miles de participantes. Uno de ellos, conocido en el FARO de Oriente como Artick, caracterizado de Zombie, platicaba cómo se sentía identificado con el Movimiento #Yo soy 132, durante la marcha, planteó su deseo por un periodismo verdadero y objetivo.

  
  

  De una forma organizada y pacifista, todo el Frente, apoyado por espectadores involuntarios, quienes aplaudían y mostraban carteles, activistas rayando paredes, exigiendo un cambio y el calor que no cesaba en la marcha.

  
  

  Terminaba su penúltima etapa en el Zócalo Capitalino, Noé estudiante de periodismo, recalcó en perspectiva que “éste es un movimiento importante para el país”, con una sonrisa y el sudor en su frente.

  
  

  La presencia del FARO era recalcada, por propios y extraños, con estudiantes de Teatro Callejero vestidos de payasos, aprendices de Bufo vestidos exóticamente y estudiantes de periodismo, gritaban, entre otras consignas; “El FARO de Oriente unido al contingente”, por todo Eje Central, al mismo tiempo que el tallerista José Luis, recalca la necesidad de apoyar, manifestar y expresarse.

  
  

  Corriendo al son del grito “Ocho”, los miles de manifestantes corrían por todo San Cosme, mientras mostraban ser también un Movimiento Anti Peña Nieto. Agitados, tras esto, Pepe, estudiante universitario, apoya con todo el rechazo a Enrique Peña Nieto, tras recordar el castigo Priísta que recibió su familia y la colonia donde reside, Juan Escutia, en Iztapalapa. Secundado por Ilse, estudiante de la UNAM, quien menciona que el país está apunto de un cambio o un colapso.

  
  

  Dentro del cordón mágico de protesta, que protegía de extraños al Frente Oriente, Janet, castigada por los rayos del sol, experimenta su primera marcha y declara: “Ya era turno de tomar postura”, mientras caminaba al lado de Tirso, residente del Estado de México, quien marchaba en su debut, en cuanto a contingentes, debido a que cree que “vale la pena”.

  
  

  Recorrido terminado en el Ángel, con gente insolada, pero alegres, con un objetivo en común, felices de concluir esta marcha, después de más de cinco horas, con participantes declarados quedar satisfechos de poder gritar sus deseos más profundos.

  
  

  
  

  
  

  
  

  Ilse García 

  
  

  

  
  

  
  

  
  

  
  

  
  

  Pasadas las tres de la tarde del domingo 10 de junio, en el Zócalo de la Ciudad de México, se estructuraba un gran escenario que dejaba sin acceso a la mayoría del cuadrante. A un costado, cientos de jóvenes se veían llegar para descansar unos minutos y continuar su camino con dirección al Ángel de la Independencia. Todos con una consigna: “Somos 132”, de la mano del recuerdo: ¡10 de junio no se olvida!

  
  

  Aproximadamente seis horas después de que esta marcha saliera del Casco de Santo Tomás, con destino, en un principio, con destino el Zócalo de la Ciudad, y que al llegar ahí, los contingentes se unían a la marcha Anti Peña Nieta, con destino al Ángel de la Independencia.

  
  

  Los marchistas que llegaban al Zócalo, lucían cansados e insolados, pero el ánimo volvía a sus voces cuando partían por la calle de Madero, rumbo a Reforma y las consignas se oían de nuevo: ¡Aquí se ve, aquí se ve que Peña Nieto presidente no va a ser”.

  10:30 de la mañana, el patio frente al Palacio de Bellas Artes lucía repleto de jóvenes y no tanto, entusiastas, carteles a medio terminar o ya terminados, con banderas del Politécnico, la UACM, UNAM, UAM y una manta con un grafiti donde se leía: FARO de Oriente. Todos preparándose para salir rumbo al Casco de Santo Tomás y unirse a la marcha del Movimiento #Yo soy 132, para recordar a los estudiantes asesinados el 10 de junio de 1971.

  Pasadas las once de la mañana, los voceros del Frente Oriente, dieron la indicación de que a las 11:40 el frente abordaría el metro rumbo a la estación Normal, para ahí unirse a los demás contingentes.

  En el costado derecho de la entrada principal del Palacio, un grupo de manifestantes se caracterizaban de zombies, de bufones y payasos, mientras una bolsa de pan circulaba por los asistentes, “banda pásenla, para quien no ha desayunado”. Así se preparaban en el contingente del FARO de Oriente.

  Minutos después, uno de los voceros del Frente, con la ayuda de un altavoz, recorrió los contingentes: “Banda nos movemos para el Casco, se va a armar metro popular” y de inmediato los carteles y banderas comenzaron a desfilar.

  Se abrió uno de los accesos al metro Bellas Artes, de la línea azul y el Frente de más de un centenar de personas ingresó al metro.

  EL contingente del FARO abordó el vagón junto a compañeros del CCH Vallejo. Durante el trayecto un grupo de actores del FARO dramatizaron un poema de Flores Magón, que robó la atención de compañeros y pasajeros.

  Al descender del metro, los contingentes se unieron a la marcha, que partió pasadas las doce de la tarde, por la avenida del Maestro, dio un recorrido por las instalaciones del Politécnico, pasaron por el Canal Once y regresaron al metro Normal para tomar la avenida Santa María La Ribera, rumbo al Zócalo.

  El trayecto fue largo, el sol no dio tregua, pero el ánimo de los marchistas no decaía. La música sonaba y los manifestantes continuaban.

  Al llegar al Zócalo de la ciudad, los marchistas descansaban breves minutos y continuaban su paso rumbo a Reforma para llegar al Ángel, donde centenares de personas se encontraban reunidas.

  
  

  
  

  

  
  

  

  
  

  

  
  

  

  
  

  
  

  Caminando por la libertad…

  
  

  Por: José Ignacio Valencia Robles

  
  
  

  

  
  

  
  

  ¡10 de junio no se olvida es de lucha combativa!

  Así sonaban las calles del centro de la ciudad, cientos de jóvenes, niños, adultos marchaban como cada 10 de junio en un ejercicio de memoria histórica de recuerdo y homenaje a los estudiantes asesinados rastrera y arteramente.

  Pero este año las cosas eran diferentes algo había pasado, nuevos rostros, nuevas voces.

  Y desde el fondo de la ciudad cargados con pancartas, colores en el rostro, malabares música y poesía.

  Ese día el oriente tan marginado, tan olvidado, estafado, despertó de su letargo ancestral.

  Marchó con ganas un grupo de más o menos 50 personas para algunos era su primera vez: “manifestar y expresar lo que sientes” así habla José Luis Morones habitante del oriente del D.F.

  “Creo que es hora de tomar una postura por eso estoy aquí” comento de igual manera Janet joven mujer habitante igualmente del oriente de la ciudad.

  Todos estaban ahí la UNAM, la UAM, la UACM,IPN, CCH Vallejo y Oriente, comité 68, escuela Carlos Septién, anarquistas, comunistas, UVM,IBERO y un largo etcétera de instituciones educativas publicas y privadas de educación y muchas otras organizaciones civiles y ciudadanas entre ellos varios integrantes del movimiento “yo soy #132”.

  La cita fue a las 10:30m en la explanada del palacio de bellas artes. Donde un nutrido grupo ya estaba reunido algunos vistiéndose de bufones y transformando su piel en zombies, gente en el suelo terminando mantas y pancartas, ultimando detalles de organización.

  ¿Ya comieron? Se oye una voz femenina al mismo tiempo que reparte una bolsa llena con pan para los compañeros que no desayunaron. De repente, cambio de planes el contingente se traslada de punto de reunión, salen los celulares para avisarle a los que venían retrasados

  “¿Qué creen chavos? para que no se divida el contingente hay que moverse al metro normal esto se hará junto con el frente oriente” decía apurada Ilse, manifestante.

  Después de un rato de espera a tomar el metro de manera popular. El ultimo vagón del fue escenario de muchas historias, estelarizó y dio foro a unos versos de Ricardo Flores Magón lo cual silencio a la gente que después rompió en aplausos.

  Ya en el metro normal, rumbo sobre la AV. Del Maestro poco a poco el contingente multitudinario comenzó, avanzar algunos tomaron latas de pintura y plasmaron en las paredes desde Chaplin en su personaje de “producción en serie” hasta un: “10 de junio no se olvida”, pasando por una anarquía, en fin las paredes fueron suyas y con ese acto ilegal y clandestino plasmaron sus pensamientos más profundos.

  Un niño con una playera: “soy 132 luchando hoy por mi futuro” se aprestaba de la mano de su padre.

  Algunos momentos de titubeo, pero de repente rompían el silencio y partían el aire los Huelum, los Goya las consignas: “cuando el pueblo se levante por pan, libertad y tierra temblaran los poderosos de la costa hasta la sierra”.

  Ya sobre AV. Santa maría la ribera, desde un balcón alto un travesti mostrada sus atributos físicos lo cual rompió un poco la solemnidad del acto pero arrancando mas de una sonrisa al publico asistente “la chichona consciente se une al contingente” se dejo oír entre la multitud.

  Larga marcha bajo el sol el polvo y la garganta reseca, una vez mas la capital fue tomada por la voluntad popular como una sola voz, como un solo hombre o mujer o gay sin distinciones ni barreras.

  4pm: cansados, sudorosos, con hambre arribaron al Ángel de la independencia los contingentes. Rostros nuevos que satisfechos regresaron a sus casas con el orgullo de haber hecho escuchar su voz y con la conciencia abierta para regresar después…